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viernes, 29 de diciembre de 2017

FELIZ AÑO NUEVO






El año casi ha finalizado dejándonos  alegrías y penas, pero siempre nos demuestra que la experiencia nos hace más fuertes y que las oportunidades aunque parezcan escasas, siempre llegan.
Un nuevo año es un nuevo comienzo, uno nunca ve lo que ha hecho en el año que pasó, sino que recuerda lo que quedó sin hacer.
Desechen las tristezas y recuerden los mejores momentos, dejando atrás cientos de momentos, historias, disputas. y llantos, que vale la pena olvidarlos .
Una palabra amable, un abrazo, una sonrisa son los regalos que le llegarán al corazón de quienes los reciban.
Deseamos que  el comienzo del nuevo año les brinden las mejores oportunidades para conquistar sus sueños.
En el camino hacia el éxito la regla es siempre mirar hacia delante.
Feliz 2018


viernes, 22 de diciembre de 2017

FELIZ NOCHEBUENA, NAVIDAD Y AÑO NUEVO





Este es tiempo de emociones, de presentes, de meditación, de unir los corazones derrochando amor y amistad, no te olvides de disfrutar y no pares de soñar.
La felicidad es hacer lo que se desea y desear lo que se hace, no sueñes tu vida, vive tus sueños

Cuando un sueño se cumple un duende esboza una sonrisa, que el próximo año los duendes aprendan a sonreír eternamente y que vengan cargados de sosiego, paz y nos permitan seguir creciendo en ideas y proyectos juntas

miércoles, 20 de diciembre de 2017

HISTORIAS DE MUJERES DE LA HISTORIA Mariquita Sanchez


Continuando con las historias de mujeres de la historia rememoramos a una Dama muy particular en el relato de nuestra Gran Dama Graciela quien nos dejara en mayo de este año. 

MARIQUITA SANCHEZ VELAZQUEZ


Gran vigilia en el hogar de los Sánchez Velásquez, ya que a los 41 años (muy mayor para esa época), su dueña estaba por dar a luz. Es así que el 1° de noviembre de 1786 llegaba al mundo MARIA JOSEFA PETRONA DE TODOS LOS SANTOS,  de ahora en más, MARIQUITA SANCHEZ.
Fueron sus padres el español de Granada, Cecilio Sánchez de Velazco y la porteña Magdalena Trillo.
Esta niña no se conformaba con un destino común, ya que por su vitalidad, inteligencia y espíritu de lucha, sería reconocida como una gran dama de la patria.




Cuando cumplió los 14 años sus padres decidieron casarla contra su voluntad. En ésa época el jefe de familia arreglaba todo a su criterio y se lo comunicaba a la novia pocos días antes de la boda.
El novio elegido era Diego del Arco, al cuál Mariquita no quería, pues se había enamorado con toda la fuerza de la adolescencia de un primo segundo: Martín Jacobo Thompson, 9 años mayor que ella, de atractiva figura, ojos azules, sonrisa tímida y para mejor, vistiendo el uniforme de la Real Armada Española.







Sus padres deciden hacer la ceremonia de esponsales con el novio elegido por ellos, la niña se rebela y afirma su intención de unirse a Thompson. Ante la negativa paterna, Mariquita apela a la Iglesia, que poco pudo hacer en ese momento. A raíz de esa actitud, Mariquita es depositada en un convento, pero no duró mucho en él. Thompson fue destinado a  Cádiz, pero impulsado por su novia busca un pretexto y regresa a Buenos Aires. La lucha entre los padres y la hija duró tres largos años, en los cuales Mariquita, en lugar de desfallecer de amor, como era la costumbre, luchó como una leona, apelando hasta al Virrey, y tuvo al fin de su lado la Pragmática Sanción de 1803, que autorizaba al Virrey  a permitir los casamientos impedidos por los padres.

Después de sortear tantos inconvenientes, la boda de Martín y Mariquita se celebra el 29 de julio de 1805. De ésa unión nacen Clementina, Juan, Magdalena, Florencia y Albina.


La vida de Mariquita estuvo ligada a los acontecimientos públicos, abrazó con fervor la causa de la libertad y colaboró con todas las empresas patrióticas.
En su casa de la calle Unquera (hoy Florida) se trataban y debatían temas políticos y literarios y el 14 de mayo de 1813 en ése lugar se cantó por primera vez el Himno Nacional Argentino.

Piano de Mariquita restaurado.









Thompson es enviado a Estados Unidos donde enloquece y muere  en el viaje de regreso a Buenos Aires, cuando se cumplían diez años de su boda.

En 1820 la muy admirada viuda  contraía nuevo matrimonio, ésta vez con Washington de Mendeville. Francés expatriado, su conducta le deparó muchos sinsabores que terminaron en separación, disimulada por las funciones diplomáticas del marido fuera del país. De ése matrimonio tuvo un hijo, Julio.

Durante el gobierno de Rosas vivió en el exilio en Montevideo, a pesar de la vieja amistad que existía entre ellos, pues tomó partido por los opositores al régimen, entre los cuales estaba su hijo Juan. De esa época son los persistentes rumores de sus relaciones sentimentales con Esteban Echeverría, José Mármol, Domingo Sarmiento y hasta un ex compañero de estudios de su hijo Juan, con el cual cambiaba eróticas misivas.




Pero todo esto no ensombreció nunca el recuerdo del gran amor de su vida. Diría pocos meses antes de morir: “El año 1819 (año de la muerte de Martín) hice un pacto con el dolor, y este fiel compañero no me ha dejado ni en el sueño”.
Mamita Mendeville, como la apodaban afectuosamente sus nietos, falleció el 23 de octubre de 1868 en Buenos Ares a casi 83 años de edad.

Su tumba en el Cementerio de la Recoleta


                          Graciela Antoñanzas
                               12 / 12 / 2009

    



domingo, 10 de diciembre de 2017

RECORDANDO A MARTHA L. YANTORNO

En homenaje a nuestra Dama 2014 recordamos esta exposición que realizara en el año 2015




El martes 16 de junio de 2015 asistimos a la inauguración de la muestra "Calidoscopio" de nuestra Dama 2014, MARTHA  L. YANTORNO en el espacio BOEDO ARTE SUR "Una vidriera al arte desde San Juan y Boedo" al que había sido invitada por la Junta de Estudios Históricos del barrio de Boedo.


El lugar de referencia es en "Esquina Sur" en el Café - Restó de Av. San Juan 3602 y Av. Boedo.


Con la asistencia de miembros de la Junta, de las Damas del Abanico, familiares y amigos la presidente de la Junta Sra. Silvia N. Martínez dio la bienvenida a los presentes y le cedió el micrófono a Martha para que nos contara como llegó ella a esta actividad.



Con la simpatía y calidez que la distingue Martha hizo el relato de su llegada a la pintura luego de su paso por la  docencia y haber desarrollado su actividad profesional como abogada.




 El brindis ofrecido por los dueños del lugar coronó  la amena presentación de nuestra amiga

Las obras permanecieron expuestas hasta el 14 de julio de 2015.

Aquí recordamos algunas de las obras expuestas en aquella ocasión

























sábado, 9 de diciembre de 2017

ODA A LA MUJER IMPERFECTA

 Lo lei hoy y me pareció que era para todas nosotras.

Del libro "UTOPoesÍAS".  de  Ada Luz Márquez
Las mujeres imperfectas aman sus cuerpos, sus ciclos y lunas, con todas sus peculiaridades, tesoros y misterios.
Las mujeres imperfectas muestran con orgullo y honor las arrugas y las cicatrices, porque son las marcas que las recuerdan que fueron, son y serán más grandes que el dolor.
Las mujeres imperfectas se atreven a soñar en voz alta, avanzan al mismo paso desde distintas esferas, crean un lienzo nuevo donde todos los colores son necesarios y aceptan sus errores como forma valiosa de aprendizaje.
Las mujeres imperfectas respetan toda forma de vida y exigen de la misma manera respeto y justicia por la suya.
Las mujeres imperfectas llevan raíces en sus pies, ancladas a la Madre Tierra. Llevan en sus pasos a sus ancestros, hermanas, hijas y nietas. Bailan alrededor de las hogueras para mantener viva la llama de todas las mujeres que fueron quemadas en ellas por ser más imperfectas “de la cuenta”.
Las mujeres imperfectas celebran el inmenso regalo que les ha dado la vida al ser mujeres, gozan de su sexualidad y defienden el derecho vital de ser dueñas de sus cuerpos y sus vidas.
Las mujeres imperfectas se honran unas a otras, se dan la mano y el hombro, celebran los éxitos de las demás como si fueran suyos y lloran la lágrima de las demás como si las hirieran a ellas mismas.
Las mujeres imperfectas se rodean de hombres imperfectos, hombres sensibles, amorosos y despiertos que caminan al mismo paso, en el mismo sendero.

Las mujeres imperfectas aprenden a sentir la menstruación como un don que las convierte en dadoras de vida, como una poderosa apertura a otros mundos. Comprenden el dolor menstrual como un dolor muy antiguo de las mujeres que las precedieron por muchas generaciones y que supone la reconciliación con su útero y el útero de la madre tierra. Las mujeres imperfectas comienzan a recordar que su sangre no es basura, su sangre es sagrada y trae consigo la alquimia de la vida.
Las mujeres imperfectas levantan la voz por la femineidad muda en justicia y en derechos, por los sueños mutilados, las manos atadas por la Historia y la boca sellada por la tiranía; porque el silencio sometido contiene el grito de todas las mujeres y el grito de una sola mujer contiene el eco de todos los cantos, el cielo de todos los vuelos, la simiente de todas las flores.
En sus vientres traen un canto antiguo y una esperanza gestante. Vienen pariendo estrellas a este tiempo tan hambriento de luz.
Las mujeres imperfectas dicen bien alto que no tienen miedo, caminan sin temor y sin amnesia por un mundo lleno de miedo a las mujeres sin miedo.

Las mujeres imperfectas no son propiedad de nadie más que de sí mismas, no forman parte del masculino genérico, ni son costilla de nadie, ni objeto de deseo, ni son invisibles. Son mujeres y quieren ser nombradas como tal.
Las mujeres imperfectas son increíblemente perfectas cuando se atreven a ser imperfectas, cuando se atreven a ser quien las dé la gana ser, cuando se atreven a ser, sin más ni menos, a ser.
Las mujeres imperfectas comienzan a sentir la llamada, a reencontrarse con otras mujeres imperfectas donde se recuerdan todo aquello que el alma no debe olvidar.
Se recuerdan que no están solas, que nunca lo estuvieron; que nunca lo estarán.

Porque ser imperfectas las hace únicas, ser imperfectas las hace, al mundo, a ellos y a ellas, LIBRES.
.

 Ada Luz Márquez


viernes, 24 de noviembre de 2017

LOS AMIGOS







Pasados los 50 años de vida, he aprendido que:


El tiempo pasa.
La vida continúa.
La distancia separa.



Los hijos dejan de ser niños y se independizan y a los padres
se les parte el corazón pero .... es la vida
Los empleos van y vienen.
Las ilusiones, los deseos, la atracción, el sexo ..... se debilitan.

Las personas no son todas como creíste.
Los padres se mueren.
El llanto rompe mucho más fácil.
Los conocidos olvidan los favores.

Las carreras terminan.
La vejez se aproxima no tan lentamente.
Pero .............. los verdaderos amigos siempre están ahí, no importa a cuántos kilómetros se encuentren o cuánto hace que no se ven, nunca están más distantes que el alcance de tu necesidad, con los brazos abiertos y bendiciendo tu vida.

Ama a tus padres, cría a tus hijos, pero no pierdas a tus amigos, quiérelos, cuídalos y charla con ellos sin tener como propósito, imponer tus criterios.

Remite este texto a todos los amigos que ayudan a dar sentido a tu vida..






martes, 21 de noviembre de 2017

QUE SE SIENTE AL SER VIEJA?


El otro día, una persona joven me preguntó: -¿Qué sentía al ser vieja?-
Me sorprendió mucho la pregunta, ya que no me consideraba vieja. 




Cuando vio mi reacción, inmediatamente se apenó, pero le expliqué que era una pregunta interesante. Y después de reflexionar, concluí que hacerse viejo es un regalo.




A veces me sorprendo de la persona que vive en mi espejo. Pero no me preocupo por esas cosas mucho tiempo. Yo no cambiaría todo lo que tengo por unas canas menos y un estomago plano. No me regaño por no hacer la cama, o por comer algunas "cositas" de más. Estoy en mi derecho de ser un poco desordenada, ser extravagante y pasar horas contemplando mis flores.


He visto algunos queridos amigos irse de este mundo, antes de haber disfrutado la libertad que viene con hacerse viejo.

-¿A quién le interesa si elijo leer o jugar en la computadora hasta las 4 de la mañana y después dormir hasta quien sabe qué hora?-
Bailaré conmigo al ritmo de los 50's y 60's. Y si después deseo llorar por algún amor perdido... ¡Lo haré!

Caminaré por la playa con un traje de baño que se estira sobre el cuerpo regordete y haré un clavado en las olas dejándome ir, a pesar de las miradas de compasión de las que usan bikini. Ellas también se harán viejas, si tienen suerte...

Es verdad que a través de los años mi corazón ha sufrido por la pérdida de un ser querido, por el dolor de un niño, o por ver morir una mascota. Pero es el sufrimiento lo que nos da fuerza y nos hace crecer. Un corazón que no se ha roto, es estéril y nunca sabrá de la felicidad de ser imperfecto. Me siento orgullosa por haber vivido lo suficiente como para que mis cabellos se vuelvan grises y por conservar la sonrisa de mi juventud, antes de que aparezcan los surcos profundos en mi cara.





Ahora bien, para responder la pregunta con sinceridad, puedo decir: -¡Me gusta ser vieja, porque la vejez me hace más sabia, más libre!-.
Sé que no voy a vivir para siempre, pero mientras esté aquí, voy a vivir según mis propias leyes, las de mi corazón. No pienso lamentarme por lo que no fue, ni preocuparme por lo que será. El tiempo que quede, simplemente amaré la vida como lo hice hasta hoy, el resto se lo dejo a Dios.




Anónimo

lunes, 20 de noviembre de 2017

SI LAS MUJERES ENTENDIERAN.....


Si las mujeres entendieran… que los hombres también tienen miedos, pero sin tanto permiso para mostrarlos.
Que hay emoción en el ruido de un motor o en el grito de un gol.
Que valoran mucho más el exceso de sonrisas que tres kilos menos.
Lo abrumador de ser el sostén económico de una familia.
Lo que es tener que ser valiente, poderoso y exitoso a toda hora.

Lo molestas que son las comparaciones con “el marido/novio de”.
La necesidad que tienen de un abrazo que no siempre saben pedir.
Lo difícil que es comprender lo que nunca les han enseñado.
Las lágrimas que no se animan a llorar.

El poder que tenemos sobre ellos.
Que ellos también pasan noches sin dormir.
Que necesitan silencio como nosotras charla.
Que no andan por la vida pensando en cómo lastimarnos.

Que son más débiles de lo que su altura y músculos dirían.
Que sacar lo mejor o peor de ellos está en nuestras manos.
Que piensan y razonan diferente.
Que sienten muy parecido.

Que demuestran sentimientos como pueden o como aprendieron.
Si las mujeres entendiésemos todo esto, si lográsemos mirar más allá de algunos olvidos, si nos diéramos cuenta de que no hay todos o ninguno, si pudiésemos sentir que para ellos la mejor demostración de amor es habernos elegido, si las mujeres bajáramos un poquito la guardia, los reproches y tantos reclamos, si pudiéramos incrementar las sonrisas, los brindis y la picardía y si los dejáramos hacer sin tanto mandato ni expectativa, comprenderíamos que somos lo que le da sentido a sus vidas. Como mujeres, novias, madres, hijas, hermanas o amigas.
Al final del día, donde se acaban las bromas, donde no hay público ni formas, donde solo queda un hombre y sus latidos, ahí estamos nosotras... con el que cada una eligió.

Jess Browne


viernes, 17 de noviembre de 2017

HISTORIAS DE MUJERES DE LA HISTORIA Lola Mora




LOLA MORA
Historia de una Dama que embelleció Buenos Aires y el país con sus obras.



         
  

Dolores Mora de la Vega o “Lola Mora”, como se la conoce, tuvo una vida conflictiva casi desde su nacimiento en La Candelaria, Tucumán. Hija de familia acomodada, estudió en el Colegio de Nuestra Señora del Huerto, donde se destacó en dibujo y pintura. Pero la fatalidad la golpeó muy temprano, al perder casi simultáneamente a sus padres.



            Tiempo después conoce al Profesor Santiago Falcucci, que pese a ser maestro sólo en colegios de varones, accede a darle clases. Ya para entonces Lola comienza a destacarse como dibujante y retratista. Dada su posición social traba relación con el Gobernador de Tucumán, don Benjamín Aráoz, de quien se enamora.




Aunque no se sabe con certeza si su amor fue correspondido, debe abandonar su provincia ante los rumores que se tejían sobre ambos. Viaja entonces a Buenos Aires, luego de malvender los bienes que heredara de sus padres.






            Consiguió en la capital una beca para estudiar en Italia durante dos años y partió en busca de su verdadero destino: el arte. En Italia logra conectarse con lo mejor de la aristocracia europea, ocupando lugares de privilegio, que ninguna mujer había logrado hasta ese momento.





Tenía las condiciones necesarias para llegar. Sus ansias de triunfo fueron más fuertes que las piedras que encontró en su camino y a las que con su cincel y martillo fue transformando en las más hermosas esculturas.







           






Su particular vestimenta, pantalón gauchesco, camisa, boina, pañuelo al cuello, crea un cierto misterio sobre su conducta. Lola no era una mujer modelo en una sociedad machista y conservadora como la argentina. Es en Italia, París, Viena, Rusia, donde acumula premios y reconocimientos. En todos los países donde concursó le rogaban que abandonara su ciudadanía para representarlos, pero fiel a su sangre dijo “no”, resignando trabajos y perdiendo relaciones.



           







Lola matiza el trabajo con la pasión. Sus encuentros con el escritor Gabrielle D’Annunzio son tan escandalosos que toda Europa habla de ellos.







A su regreso a Buenos Aires regala a la ciudad su mejor obra “La fuente de las nereidas”.







El gobierno sólo le reconoce el valor de los materiales y un año después le otorga un premio consuelo, como para acallar sus propias conciencias. Pero la fuente es trasladada a la costanera, porque los rumores de que en los tritones se pueden reconocer los rostros de conocidos políticos levantan una ola de pacata indignación entre la crema de la sociedad.





            Regresa a Italia donde contrae matrimonio con un hombre mucho más joven que ella, pero la felicidad le dura muy poco. Él la engaña con otras mujeres y gasta su dinero sin reparos, lo que la obliga a trabajar como una leona para recuperar algo de su fortuna.



Cansada y sola, vuelve a Buenos Aires, logrando algunos contratos importantes, pero la persigue la mala fama y el recuerdo de algunos de sus famosos amantes: Bartolomé Mitre y Julio A. Roca





Es la cara de éste último la que esculpe cuando representa a los congresales de Tucumán en un bajo relieve, y no se lo perdonan.








            Ya no consigue trabajar en la capital, por lo que vuelve definitivamente a su Tucumán natal, harta de que denigren sus obras y abandona su arte para siempre. Pero su pequeña figura comienza a verse en los ámbitos más ajenos al arte. Se dedica a osadas investigaciones tales como proyectos de urbanismo, ingeniería, técnicas cinematográficas, búsqueda de petróleo, recalando por último en el único de sus proyectos que perdura hasta hoy: El Huaytiquima o sea el famoso Tren de las Nubes.



            Durante estas andanzas pierde los restos de su fortuna y cansada y enferma deambula por las oficinas públicas, solicitando una pensión que llegará tarde en su vida, ya que nunca podrá disfrutarla. Se pierde entonces en una nebulosa de locura mientras sueña que sus esculturas lloran y pasan frío en los lugares alejados donde han sido llevadas.

Vive de la caridad de sus sobrinas hasta su partida definitiva el 7 de junio de 1936. 



            Tras su muerte se queman todas sus cartas, sus fotos, sus proyectos, lo que acrecienta la leyenda que se teje a su alrededor. Hoy rendimos homenaje a esa gran escultora que dejó su obra esparcida por todo nuestro país y Europa, manifestando que ya es hora de reivindicarla como mujer y como artista.

Obra de Lola Mora en el Monumento a la Bandera en Rosario.







                                                                      

         ANA PAZ

                                                                                          12/12/2009